Por Elsa Díaz Coria. Publicado originalmente en El Financiero.
El reciente adelanto informativo publicado por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, en inglés), explica que el consumo de carnes procesadas y potencialmente las carnes rojas, es causante del desarrollo de cáncer colorrectal (CCR).
Cuando en el panorama del mundo occidental la dieta humana tiene entre sus aspiraciones máximas el consumo de carnes rojas, esa conclusión equivale a decir lo que el novelista e historiador Fernando Benítez: “El agua está envenenada”.
El breve adelanto del estudio de IARC levantó, una nueva polémica sobre el consumo de carne. La Federación Europea de Asociaciones Cárnicas (CLITRAVI) advirtió en un comunicado de prensa: “como con cualquier otro alimento, un consumo excesivo nunca es apropiado”.
Días después, la Organización Mundial de la Salud (OMS) -la IARC está auspiciada por la OMS- intentaría atenuar la información acotando que no se le estaba pidiendo a la gente que dejara de comer carne procesada, “pero si, bajar el consumo de estos productos para reducir el riesgo de cáncer”.
Certero o no, lo que seguirá en los meses siguientes será campo fértil para el trabajo de los estrategas en comunicación, relaciones públicas y cabildeo, en busca de contener legislaciones y mantener las condiciones publicitarias y las preferencias razonadas del consumidor sobre las deliciosas salchichas, chorizos, salamis y tocinos que se venden en los supermercados.
La industria cárnica tendrá que esforzarse para que a los embutidos no se les dé el tratamiento comercial que tienen cigarro y el alcohol como productos nocivos para la salud. Es posible imaginar que si esa tendencia no se contiene, para los próximos años las etiquetas de las salchichas Viena, cocteleras, Frankfurt, de pavo y demás, deberán exhibir fotografías con cirugías a colón abierto señalando que ese producto puede ser mortal.
En su momento la industria del tabaco y las alcoholeras perdieron la batalla de la comunicación y la fiscal, y tuvieron que reconstruir casi por completo sus modelos de negocios.
Los problemas de salud provocados por tabaco y alcohol recaen sobre su condición adictiva, pero ¿las salchichas? Hasta el momento no se sabe que las salchichas causen dependencia. Al menos hasta ahora no se conoce la existencia de los salchichodependientes.